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La línea se construyó de
manera muy rápida pese a los diversos problemas que se tuvieron que
afrontar, como la epidemia de gripe que hizo disminuir el número de
trabajadores disponibles de 4.800 a 1.200 o la imposibilidad de utilizar
la carretera para transportar los materiales. Esto último obligó a
utilizar la misma plataforma de la vía para hacer llegar los materiales,
lo que dio más de un quebradero de cabeza.
A pesar de ello, se consiguió
un ritmo de trabajo de 600 metros de asiento de vía, de manera que al
concluirse el túnel del kilómetro 10, la vía estaba ya totalmente
terminada en toda la línea. Los edificios de las estaciones se fueron
haciendo a medida que el asiento de vía llegaba a ellas y se podían
trasladar los materiales destinados a su construcción. La obra del
ferrocarril, con sus 62 km, implicó perforar 650 metros de túnel, se
hicieron excavaciones de 735.000 metros cúbicos de tierra, se ejecutaron
75.000 metros cúbicos de obras de fábrica, se construyeron y montaron 10
puentes con una longitud total de 3 y 4 metros y se edificaron siete
estaciones y ocho apeaderos.
Gracias a la buena
organización de los trabajos y a pesar de las adversidades sufridas se
consiguió construir el ferrocarril en diez meses y medio batiendo
entonces el récord de rapidez de construcción de un ferrocarril en
España y tal vez también de fuera de él. El 23 de julio de 1919, antes
de que se cumpliera un año del comienzo de las obras, fue abierto al
servicio público.
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